Me está mirando pero no quiero levantar la cabeza. Noto su luz, su presencia, como si me quemase el corazón. Noto como sus iris recorren mi cuerpo mlatrecho y soi incapaz de moverme.

No quiero mirarle a los ojos, alzar la vista y encontrarle glorioso ante mi, a sabiendas de que el pudo superarlo, seguir hacia adelante, volar hacie el horizonte. No quiero sobrevivir, tampoco quiero seguir viviendo si no es con él.
Y sigo aquí hambrienta de su dolor, de su recuerdo. No quiero saber que me sigue amando, porque tampoco quiero ser participe de su dolor, de su nobleza. No quiero saber que otro ángel lo espera más allá del arco iris, que le ama. Aunque yo fuese la primera persona en conocer la verdad.
Yo quiero continuar con este dolor, porque es el dolor de amarle lo que me hace seguir bombeando sangre.
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